MANZANAS DORADAS
Erase una vez un niño, llamado Joel; era un niño muy inquieto y al que le gustaba salir por los alrededores de su pueblo a descubrir nuevos caminos. Siempre que salía, iba junto con su perro lorfi y en algunas ocasiones también con su gran amigo Raúl; un poco menor que él pero tan aventurero como él.
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